viernes, 22 de enero de 2021

Ulises,de James Joyce. Episodio 3: Proteo

El episodio comienza anunciándonos claramente el monólogo interior: el paisaje,  contra el que no hay lucha posible, “ pensado a través de mis ojos”. Stephen está en la playa “para leer" ese paisaje”, para llegar hasta los “límites de lo diáfano”, donde comienza la opacidad de las cosas. Pone su mano en esa puerta entre lo claro y lo oscuro.  “Cierra los ojos y mira": así se pasea por ese umbral entre lo transparente y lo opaco.


Cierra los ojos y se dedica a oír: en esa audición suya hay otro paisaje sonoro ante el que se rinde, como probablemente ha decidido también  rendirse a seguir al fantasma de su madre,  porque vemos de nuevo  la advertencia de Horacio a Hamlet de no hacerlo y caer al precipicio, en la cita shakespeariana que ya habíamos  leído en el primer episodio. Es la tercera aparición del leitmotif del fantasma: ya podemos ver el inicio del fino tejido musical. El uso de los términos alemanes nacheinander y nebeneinander, según Sam Slote,  son referencias al filósofo alemán Lessing  y su tratado Laocoonte (1766) en el que se diferencia la poesía de las artes plásticas. En el contexto de la caminata de Stephen por la playa, nacheinander es el sonido de un paso tras otro ; en Lessing aparece cuando explica que la poesía lidia con sujetos que existen uno después del otro y están yuxtapuestos en el tiempo (Slote). Stephen es un poeta y simplemente hace poesía mental con el sonido de sus propios pasos sobre la arena y las conchas y al mismo tiempo hace su apologia. Luego  bromea con el nebeneinander y la cita de seguir al fantasma hasta caer en el precipicio: el término de Lessing usado se refiere a objetos de pintura y escultura que se encuentran uno al lado del otro y están yuxtapuestos en el espacio.  El chiste es este:  ¡cuidado!,si me descuido y sigo al fantasma me voy a tropezar con estas piedras que están por aquí mientras oigo el crujido de mis pasos por la playa.


“Tetrámetro acataléctico de yambos marchando.” Según Slote,  en prosodia un tetrámetro es una línea que consiste en 4 pies y una sílaba o grupo de sílabas que constituyen una unidad métrica de un verso. Un yambo es un pie métrico formado por una sílaba corta y una larga; una línea acataléctica tiene un pie final incompleto.  Stephen está traduciendo el sonido de sus pasos en términos prosódicos, describe su ritmo poético. 


Luego hay un párrafo en donde Stephen juega con la idea de ombligo en general, de cordón umbilical: este último lo lleva de regreso a su madre y su fantasma. Hay una referencia al Credo Niceno en el que podríamos decir que hace un paralelo entre la relación teológica del Padre y el Hijo y la suya con su madre. Y luego encontramos lo que posteriormente en el Finnegans Wake denominaremos “palabra trueno” y en el Ulises palabra portmanteau o maleta, una palabra compuesta muy larga. En este caso la palabra portmanteau contiene las siguientes: consubstancialidad,  transustanciación,  Magnificat y judío (quizás un anuncio de Bloom)como para decir que él es de la misma materia que su madre y probablemente que Bloom se convertirá en ella. Yo leo por todos lados que uno de los temas del Ulises es el padre- hijo, pero en realidad a mí me parece que se tratara más bien del tema madre-hijo, usando la metáfora teológica del Padre y el Hijo y la relación shakesperiana entre Hamlet y el fantasma de su padre.  En el episodio 15 veremos  como Bloom se convierte en una mujer, cerrando este círculo en particular. 


 El dios del mar es irlandés: Mananaan MacLir(Slote), quien crea olas como caballos blancos. 


 El fragmento siguiente habla de la familia de Stephen, sus tías: recuerda cómo se desarrolla siempre una visita a casa de su tía Sara. La referencia a  Ferrando es de un personaje de la ópera de Verdi Il Trovatore. Sabemos que no es el Ferrando del Così fan tutte de Mozart porque escribe la primera palabra del aria de Verdi: All'erta! Es un “aria de sortita”, es decir, de salida, y así vuelve de su visita mental a la playa.


Pero regresa pronto a sus pensamientos, que esta vez van hacia “las casas de la putrefacción", es decir, la familia de Stephen (y todas las familias, diría Tolstoi) y la biblioteca dublinesa Marsh. Quizás sea también una lejana referencia a Hamlet y su percepción de la putrefacción en Dinamarca, en el sentido de que había algo oculto. También es interesante que mencione justamente a su tío (el personaje está basado en su familia real) si pensamos que el tío de Hamlet fue quien mató a su padre. Claro que aquí no hay ninguna tragedia: Stephen sólo juega en su mente a ser Hamlet.


En el siguiente párrafo hay un bonito ejemplo de onomatopeya: transcribe el sonido de los cascabeles esos que se usan en las misas (Drindring, dringadring). 


Breve recuerdo de su estancia en París inspiradas por su sombrero comprado en el Barrio Latino: en el medio, otra onomatopeya: khrrrklak, y otra palabra portmanteau, que además es una linda aliteración: loudlatinlaughing -riendo fuerte en latín-. El recuerdo de París es invadido abruptamente por el telegrama de su padre anunciándole que su madre está muriendo. Vuelve  la culpa (tus tías piensan que mataste a tu madre-completo yo: yéndote a París-): el color verde de la culpa invade el amanecer parisino retrospectivamente por primera vez, como un olor a incienso y madera. El color verde se pasea por el fragmento en el aliento de un irlandés que se encontró en París, el cual le dice: eres el hijo de tu padre (queriendo decir que se asemejaba a él) y el verde también en los “ojos lascivos verdes  de los irlandeses”, quienes, según el fragmento, se sienten muy cómodos al ser observados desnudos, mientras que a él le incomoda incluso ser visto por su hermano mientras se baña. Lo cual, según lo que leímos en el primer episodio, no sucede muy seguido. 


Su atención regresa a la playa, da la vuelta en su caminata.  Recuerda que Mulligan tiene la llave de la Torre y piensa que esa noche no dormirá allí, así que se dedicará a deambular por ahí todo el día y comienza su odisea. “Mi alma camina conmigo, forma de las formas.” Cuando piensa en Elsinor está combinando dos citas de Hamlet (Slote):una en que Horacio le describe la barba plateada del fantasma – acto 1 escena 2, 242- (porque la arena mojada se ve plateada)y la otra, citada una tercera vez, en la que le advierte que si sigue al fantasma se volverá loco- acto 1 escena 4, 69-74-.


Mirando a un perro que excava algo en la playa recuerda la adivinanza del zorro que le había dicho a sus alumnos: ”Algo enterró ahí, su abuela”. 


“I am almosting it.” Cuando Frank Budgen le preguntó sobre el uso de esta palabra (un adverbio que parece estar conjugado en gerundio) Joyce respondió: 

”-Todo está en el carácter proteico del asunto. Todo cambia: la tierra, el agua, el perro, la hora del día. Partes del habla también cambian: el adverbio se convierte en verbo.” (Slote)


“Él viene, pálido vampiro, a través de la tormenta sus ojos, velas de murciélago ensangrentando el mar, boca para el beso de su boca.” Yo veo aquí una referencia wagneriana al Holandés errante, que es una especie de vampiro, porque es inmortal, está maldito, es pálido, está condenado a navegar un barco con velas rojas por toda la eternidad a menos de que una mujer lo ame. Inmediatamente después hay un juego de palabras entre tumba y útero (womb, tomb) y yo creo que es una referencia al Tristán wagneriano, héroe que nació del útero de su madre muerta. El pasaje a continuación habla de aliento sin palabras, un rugir de planetas: es el Liebestod,  la transfiguración de Isolda. El amor de Tristán e Isolda solo se podía consumar en la muerte porque era la única manera de que Tristán pudiera volver al amor de su madre, a su útero muerto. Creo que en el momento en que dice ”la oscuridad está en nuestras almas, nuestras almas heridas por nuestros pecados nos unen aún más” está haciendo referencia al amor entre Tristán e Isolda, que es un amor adúltero, pero que sólo en la oscuridad y en su imposibilidad podía realizarse. Es interesante que el personaje de Stephen jamás nombra a Wagner, aunque sabemos que Joyce pensaba en su técnica mientras escribía este libro. ¿Celos? Quizás Wagner estaba aún muy cercano y no quería reconocer que, como todos los intelectuales de la época, estaba también influenciado por él. 


“Tócame. Suaves ojos. Suave suave suave mano. Estoy solo aquí. Oh, tócame pronto, ahora. ¿Qué palabra es esa conocida por todos los hombres? Estoy aquí callado solo. También triste. Toca, tócame.” Quizás esto sea el recuerdo de la primera cita que Joyce tuvo con Nora Barnacle en esa playa, la cual es la razón por la que escogió justo ese día para que se desarrollara la acción,  el día en que ella lo masturbó por primera vez, un día histórico para él: el 16 de junio de 1904.


En el momento en que ve que gente pasa y se dice: “debería esperar, no, mejor termino con este trabajo rápido” pareciera que se estuviera masturbando y eyaculara en una metáfora con la espuma del mar, que a, mismo tiempo, es su fondo sonoro: ”fluye murmurando, fluyendo a sus anchas, piscina de espuma, la flor se despliega”. La metáfora del pene como una flor la veremos de nuevo más adelante, cuando Bloom tome un baño.


Pensando en el ahogado en la costa Stephen nos brinda este bello fragmento de las metamorfosis de Dios:

“Dios se vuelve hombre se vuelve pescado se vuelve barnacla el ganso se vuelve montaña de plumón.”


El episodio termina, después de todas estas disquisiciones filosóficas y literarias y recuerdos, con Stephen, quien, a falta de su pañuelo -que le prestó a Mulligan para limpiar la espuma de afeitar de su navaja- se saca un moco y lo pega en una piedra.



Geraldina Mendez 

viernes, 15 de enero de 2021

Ulises, de James Joyce. Episodio 2: Néstor

Episodio 2- Nestor

Stephen está dando clases, y al principio del episodio tenemos casi exclusivamente los diálogos en el salón de clases alternados con el monólogo interior de Stephen y poquísimos fragmentos narrados en tercera persona. La inmersión hacia el monólogo interior se hace gradualmente desde el primer episodio y alcanzará su paroxismo en el tercero. El uso de dicha técnica en los dos primeros episodios es en sí misma una guía de lectura implícita.

Algunas perlas poéticas del inicio (traducción mía)

La expresión en blanco de la cara del muchacho le preguntó al blanco de la ventana.

El pensamiento es el pensamiento del pensamiento. Claridad tranquila. El alma en cierta manera es todo lo que es: el alma es la forma de las formas. Tranquilidad súbita, vasta, incandescente: la forma de las formas.

La clase que está dando Stephen es de historia, pero incluso en la mañana escolar el mundo fantasmal acecha: los estudiantes aburridos le piden que cuente una historia de fantasmas. Luego de haber todos leído su lección del día, él satisface a sus demandas proponiéndoles una adivinanza que encierra todo el dolor de su duelo omnipresente:

El gallo cantó

El cielo era azul:

En el cielo las campanas

Las 11 sonaban.

Tiempo es de que esta pobre alma

 Al cielo sea llevada.

 

La respuesta: el zorro enterrando a su abuela bajo un acebo

 

De acuerdo a las notas de Sam Slote, esto es lo que en Irlanda se llama una adivinanza sin sentido, o sea, una que no es se supone que tenga respuesta. Cita el libro English as we speak it in Ireland de J. W. Joyce, en cuya versión el zorro entierra a su madre y no a su abuela.  ¿Por qué la sustitución? Se me ocurre que, cuando sufrimos, nos sentimos lacerados constantemente. Todo lo que decimos o hacemos lleva el sello de lo que sentimos. Ahora bien, en momentos como esos, para poder funcionar, como por ejemplo Stephen en su trabajo, tratamos de ocultarlo y el incluir esta adivinanza conocida en Irlanda es poder expresar su sufrimiento si mencionarlo directamente, y alejar su relación consanguínea con el fantasma intenta matizar o disfrazar su relación personal con lo que está diciendo.  También podría ser un indicio del paralelo shakespeariano cuando veamos más tarde a Stephen exponer su teoría sobre el fantasma del papá del padre de Hamlet, la cual fue ya mencionada por Haines en el primer episodio :

Mulligan : Él (Stephen) demuestra algebraicamente que el nieto de Hamlet es el abuelo de Shakespeare y que él mismo es el fantasma de su propio padre.

Haines le dice a Stephen que la torre y las montañas le recuerdan un poco a Elsinore, el palacio de Hamlet, y cita las líneas de Horatio advirtiéndole que no siga al fantasma (Hamlet, acto 1, escena 4, 71, indicado en las notas de Sam Slote)

Stephen le dice a Haines:

-          Leí una interpretación teológica sobre ello. La idea de Padre e Hijo. El Hijo esforzándose por expiar al Padre.

Cuando leímos esto en el primer episodio,  no sabíamos que se iba a convertir en un tema, un leitmotiv. Pero ahora que las ideas del fantasma, el hijo, el nieto, la abuela vuelven en el episodio 2 comenzamos a percibir un arco que se dibuja. Un leitmotiv, para ser considerado como tal, debe ser recurrente y formar parte del engranaje de la obra, de su estructura. ¿Cómo lo hace? Aparece a lo largo del texto, va mutando a medida que se desarrolla la acción, se anuncia en los momentos cruciales como una trompeta apocalíptica, recordándonos que lo que leemos no es amorfo a pesar de su longitud y, finalmente, da sentido al transcurrir de las palabras. Es una boya en medio del océano de palabras.

Luego que los estudiantes salen del salón de clases para irse a jugar hockey, Cyril Sargent se queda, castigado por el señor Deasy, haciendo sumas matemáticas. Stephen se ve reflejado en él y vuelven los pensamientos sobre el fantasma de su madre. Vemos en su mente que se identifica con el zorro de la adivinanza, escarbando la tierra de la tumba de su madre. Y aquí,  para más claridad y para que no nos quede duda de que vamos por buen camino al encontrar el tema shakespeariano, Stephen resuelve su propio enigma: el fantasma de Shakespeare es el abuelo de Hamlet.

Al ver los números escritos por el estudiante, vienen a su mente los moros, inventores de los números arábigos. Pero pronto regresa a su madre y sus recuerdos de infancia, y se une en ellos con Sargent en este hermoso párrafo que nos recuerda que Joyce era, ante todo, un poeta:

Como él era yo, esos hombros caídos, esa falta de gracia. Mi infancia se inclina delante de mí. Demasiado lejana para que yo pueda tocarla aunque sea una vez o por encima. La mía es lejana y la suya secreta a nuestros ojos. Secretos silenciosos, pétreos, sentados en los palacios negros de nuestros dos corazones: secretos cansados de su tiranía; tiranos deseando ser destronados.

(Todos los fragmentos citados los traduje yo misma)

 

La siguiente escena, en la que Stephen habla con el director, el señor Deasy, comienza con una metáfora del dinero como conchas de mar vacías :

 

Símbolos también de belleza y de poder. Un bulto en mi bolsillo. Símbolos ensuciados por la avaricia y la miseria.

Hablando de dinero, Deasy cita a Shakespeare (Slote), la frase es de Yago que implora a Rodrigo en Otelo, acto 1, escena 3, 347.

Más adelante en la conversación se encuentra la primera frase enteramente musical de la obra, dicha por Deasy, en lo que suena como un hurra pero según Slote es parte de una balada anónima llamada « El rocoso camino a Dublín » :

Lal the ral the ra, lal the ral the raddy.

En este diálogo hay menos monólogo interior de Stephen y mucho narrador en tercera persona. Por eso es desestabilizante cuando aparecen de repente tres párrafos de monólogo interior que comienzan con un recuerdo suyo de infancia, donde leemos el nombre Cranly. En el tercer párrafo pasa de los juegos de caballeros andantes de niños a imaginarse en las justas como el caballero «querido de la derribadadenecesidad madre que parece estar mareado de gatear », infantilizándose a sí mismo. En esta conversación también se siente inferior a Deasy como se siente ante Mulligan, esta vez por su falta de comprensión del valor del dinero, de lo que Deasy le acusa, además de despreciarlo y llamarlo « feniano », que era un grupo extremista separatista irlandés que creía en el uso del terrorismo, ya que, Deasy, quien es anglófilo, piensa que su manera arrastrada (comedida, se ufana) de ser irlandés ante el imperio británico invasor es la adecuada.

Luego Deasy le muestra orgulloso un artículo escrito por él, el cual pretende que sea publicado, que «expone el asunto en una cáscara de nuez», el importantísimo tema de una enfermedad vacuna. Crucial porque « en el próximo brote impondrán un embargo sobre el ganado irlandés. Y puede ser curado.» Luego Deasy embarca en un típico galimatías antisemita, al que Stephen responde con su célebre frase :

La historia es una pesadilla de la que estoy tratando de despertar.

Y llama dios a los gritos de los niños que juegan,respondiendo al «los caminos de Dios son inescrutables» de Deasy, en una posible lejana referencia a San Juan Bautista (¿Stephen el profeta?), la voz que grita en el desierto:

Eso es Dios(…) Un grito en la calle.

Deasy decide ahora hacer un despliegue de espléndida misoginia, justificándola con referencias bíblicas e históricas, estas últimas erróneas, para evidenciar que, aparte de racista y misógino, es un completo ignorante.

Para detenerlo, Stephen toma las hojas del artículo que Deasy le ha pedido entregar en el periódico The evening Telegraph para su publicación, antes de una breve cosa, en la que Deasy corre hacia Stephen para dirigirle una última bromita antisemita.

 

 Geraldina Mendez

 

 

 

viernes, 1 de enero de 2021

Ulises de James Joyce- Episodio 1 : Telémaco



La primera cosa que me ha saltado a la vista en esta relectura es la belleza del texto, su ritmo, la cuidadosa elección de las palabras. El estilo de escritura constituye un paisaje en sí  mismo. Hay una especie de lentitud de la enunciación que da la impresión de tiempo detenido, al igual que la descripción extremadamente detallada.

Percibo esta vez todo un caleidoscopio  de colores y  claroscuros : la luz brillante del discurso jocoso de Mulligan, en contraste con los pensamientos sombríos de Stephen, primeros esbozos de libre fluir de la consciencia  ; la brillante playa de Sandycove en la mañana y el oscuro mundo de los muertos (la aparición fantasmal de la mamá de Stephen) ; el presente, la simple hora del desayuno, y el pasado, la historia ;el lenguaje cotidiano, las burlas de Mulligan, y las especulaciones teológicas y literarias de Stephen. El color verde de la curva de la orilla de la playa se convierte en el recipiente de porcelana en el que vomitaba bilis la madre enferma de Stephen. 

Esta vez Mulligan se me antoja divertido y simpático y Stephen melodramático y rencoroso. Mulligan habla a la ligera, bromea siempre, a pesar de ser estudiante de medicina y realizar autopsias ; Stephen se engancha en las palabras (beastly,  bestialmente, que le reclama a Mulligan de haberle oído decir sobre la muerte de su madre y se lo reclama) y exagera su importancia. Se toma personalmente cualquier gesto de Haines y Mulligan, lo interpreta todo como un ataque en su contra y noto cierta envidia suya hacia la vitalidad y la vistosidad del último. Enarbola una especie de estandarte del underdog, del desvalido que se sabe secretamente superior. Es el epítome del pasivo-agresivo. Es también un paralelo sutil con el C2 de La Odisea: tanto Telémaco como Stephen tienen una actitud plañidera y son usurpados por invasores abusivos que además se arrogan el derecho a hacerlo.

Y, por último, la poesía, omnipresente. La aparición fantasmal de la madre de Stephen, que raya en lo fantástico, es de una delicadeza y una belleza apabullantes  El mar(talatta, talatta!)  al que descendemos lentamente con los personajes desde esa torre maravillosa, el omphalos, el centro del mundo. La belleza de todas esas palabras griegas que le confieren a la historia un tinte efectivamente mítico, homérico. Hablo de una sensación y no analizo. Leí la Ilíada a los 13 años, y esa sensación adolescente se ha quedado conmigo ; es la que regresa cuando leo el Ulises, la primera impresión ingenua de la épica. También se me antoja homérica esa vecindad, esa simultaneidad del mundo de los vivos con el de  los muertos, el mundo de la realidad  con el de los sueños : la pantera negra es tan real que Haines pretende dispararle. El reino del mar guarda celosamente sus muertos, que esperan flotar hasta la orilla, como flota el fantasma de la madre. Las olas que paralelas llegan a la orilla son las cuerdas blancas de un arpa gigantesca.

Stephen dramatiza cada pequeño gesto : se siente usurpado cuando Mulligan le pide la llave para poner un peso sobre su camisa mientras nada. Es el héroe en su propia imaginación. ¡Y pronto veremos qué laberinto sin salida es esa mente suya!


Geraldina Mendez 
01/01/21