sábado, 4 de marzo de 2023

LA PORNOCHISTADA VERBIVOSA VISUAL DE SHEM

 

Ensayo de Luis Henrique Garcia Ferreira, del Colectivo Finnegans, equipo de traductores al portugués, liderado por Dirce Waltrick Do Amarante  


El capítulo 7 está dedicado al escriba Shem, pero también al escritor Joyce. El mensajero Shaun continúa dictando el tono (o los doce tonos) de la narración. Esta vez, motivado por una represión mayor a las que Valesca Popozuda se defiende con un “beso en el hombro”, caricaturiza a su hermano creador, señalando, exagerando e inventando defectos. La lectura, aunque enigmática, es casi tan fluida como la del capítulo que le sigue, la acuosa “Anna Livia Plurabelle”, y es una puesta en escena del conflicto arquetípico entre hermanos, en el caso de Shaun x Shem. Por eso, Joyce estructuró el texto utilizando el concepto de conciencia de los opuestos de Giordano Bruno y el tiempo cíclico de Vico, presente en la Ciencia Nueva, ambas teorías que constituyen la base de la poética de Finnegans Wake.  


Como el capítulo es también un simulacro autobiográfico de Joyce, en él se citan todas sus obras, reforzando la ya conocida intertextualidad presente en todo su proyecto literario. Así, el lector encontrará alusiones que van desde Música de Cámara, su primer libro, pasando por todos los cuentos de Dublineses, deslizándose por la novela de formación Retrato del joven artista y llegando al polifónico Ulises, libro que precede al Wake. Aunque no hay un requisito previo para leer el capítulo o el libro, si el lector quiere profundizar en esta capa intertextual de la escritura, es interesante conocer las otras obras de Joyce. Igualmente importante es la biografía del irlandés, ya que utilizó su propia vida como material narrativo de su ficción. Así, además de él mismo, se alude en el texto a varios de sus familiares, como su esposa Nora, su hija Lucía y su hermano Estanislao. Este conocimiento biográfico también ayuda al lector a vincular las acusaciones de alcoholismo, locura y consumo de drogas que Joyce recibió de la sociedad, los críticos y su propia familia con las etiquetas que Shaun usa para estigmatizar a Shem, como “[…] decapolar deprê doido dodecafone drinkpsomaniac […]” (p. 178). La respuesta de Joyce/Shem a sus críticos y la conocida rivalidad del modernista contra el canon literario están enmarcadas por la típica burla joyceana, como cuando llama a Ezra Pound, admirador de Ulises y crítico de Wake, “[…] Dr. Pãoundelow, inquisidor y censor autorizado […]” (p. 179). 


Además de la vida y obra de Joyce, el color negro es un elemento clave recurrente en la caricatura de Shem, ya sea en las caracterizaciones racistas de Shaun de Shem, degradándolo por su supuesta negrura, o cuando el mensajero habla de la tinta oscura utilizada por su hermano escritor, describiendo el método de producción defectuoso y su materia prima, las heces de Shem. No satisfecho con exponer el lado excretor del hermano escritor, Shaun denuncia la aplicación de esta tinta visual (caca) verbal en el único papel disponible, o “puerco” (p. 185), el cuerpo/letra de Shem. Entonces, la obra (Wake) de su gemelo antagónico es juzgada como una mierda que, además de escatológica, es pornográfica y no apta para el consumo, porque, como leerás, Sem “[…] garabateaba y garabateaba y untaba y escribía de forma anónima vergüenza de todo kekonocido […]” (p. 182). Saliendo de la letrina, o de ese “vaso absurduchamp” (p. 189), cuando terminé la primera versión de la traducción, apliqué uno de los métodos de composición que utilizó Joyce en Wake, que es el engrosamiento del texto por aglutinación. y superposición referencial (mítica, histórica, literaria, geográfica, etc.).  


Como es una traducción brasileña, traté de traducir el texto original no solo al idioma portugués, sino también a la cultura brasileña. Incluí nombres importantes de nuestra literatura y, por supuesto, traductores de Joyce en Brasil, en un justo homenaje a quienes hicieron accesible a los ojos brasileños al gran modernista irlandés. Aunque en “Hospitales” (p. 176) Joyce no mencionó el diccionario filológico Antônio Houaiss, al traducir a “Houaisspitais” mantuve la referencia a hospitales y hasta llené la maleta de la palabra original con el nombre del primer traductor de Ulises al portugués . Encontrarás estas y otras capas multirreferenciales del texto en tu ejercicio de arqueología literaria. Vale la pena señalar que el propio Joyce, siguiendo su método de consolidación, cuando participó en la primera traducción de “Anna Livia Plurabelle” al italiano, agregó numerosos nombres de ríos nativos, con el objetivo de italianizar la traducción y ampliar la escritura original. Finalmente, aunque no seas alguuen que habla javanés, espero que aprendas de Shem a hablar Joyceano.

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